Según la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) en el país, únicamente hay registrados 19.531
jóvenes caficultores entre los 14 y los 28 años, en 22 departamentos. Ellos se encuentran en un
estado de mayor vulnerabilidad en relación a sus pares urbanos, contando con menores
oportunidades de acceso a empleo formal y mayores dificultades de acceso a educación.
La migración progresiva de los jóvenes rurales hacia lo urbano se ha traducido en un progresivo
envejecimiento del campo. Es así, como Juan Valdez identificó en los jóvenes caficultores una
oportunidad para exaltar los atributos del campo y contribuir a la construcción de un futuro
próspero para los productores de café, a partir de aquellos nuevos liderazgos que se han
construido en diferentes regiones del país. Es aquí, donde nace el programa RENACER.
RENACER tiene como objetivo visibilizar y fortalecer el liderazgo de los jóvenes caficultores de
diferentes regiones en Colombia, muchas de las cuales son zonas afectadas por la violencia y la
exclusión. El programa busca que los jóvenes caficultores encuentren el campo un escenario
innovador, competitivo e incluyente para que puedan construir proyectos de vida en la ruralidad,
sin por ello sacrificar sus sueños de ser empresarios, exportadores, líderes en su comunidad y
profesionales.
Cinco historias destacadas de valentía y perseverancia para el Renacer de un país:
• Johan Cortez, de Samaniego, Nariño es el caficultor más joven de la edición, a sus 18 años
ha consolidado un cultivo de café especial de gran calidad y gracias a su trabajo, hoy cuenta con un
producto reconocido que es su mayor fuente de orgullo.
• Deisy Vanegas representa a Montebello, Antioquia y tiene 25 años actualmente. Tiene
plena confianza en el café como un camino hacia el progreso y hoy trabaja en cosechar
perseverancia y cultivar calidad.
• Marlon Torres a sus 25 años cultiva su café en Lourdes, Norte de Santander, siempre ha
buscado aprovechar su liderazgo para mejorar y renovar regularmente el negocio familiar con
ideas innovadoras y procesos estandarizados.
• Lina Granados es de Circasia, Quindío y con 27 años maneja los cultivos de café de su
familia. Ha sido persistente en sus esfuerzos por tener un impacto positivo en la sociedad y ser una
empresaria reconocida por resaltar la labor de mujeres caficultoras.
• Sairo Vargas proviene de Tuluá, Valle del Cauca y a sus 26 años de vida ha conseguido
consolidar su negocio familiar. Aún así, su mayor logro fue creer en el café como una alternativa
de vida y una fuente de fortaleza inagotable.